Bienvenid@ al Mambo de los Condenados Nuestro protagonista va al galope por la pampa, sube un cerro por un camino empinado, los pájaros que hasta hace poco cantaban alegremente ahora suenan como gritos de dolor y de repente aparece frente a él, la piedra roja que el viejo le había dicho. Ata y asegura su guitarra a la silla de su fiel caballo y luego pronuncia La Palabra, se abre una cueva en la roca, da un paso dentro y su caballo relincha y sale corriendo hacia el lado contrario. [[Las primeras pruebas]] (set: $Reputacion_mandinga to 100) (set: $Humanidad to 100)En el primer pasillo de este laberinto se quita los zapatos, el sombrero y el pañuelo, debe ser así, ya sumido en la oscuridad comienza a escuchar el arpa y pronto siente la presencia del basilisco, menos mal que no se ve, sino lo petrificaría, sigue su siseo, el basilisco lo guía para atravesar este laberinto. Ya en el pasillo recto y angosto comienza a caminar, de repente siente las primeras alimañas, serpientes, iguanas y tarántulas comienzan a trepar por su cuerpo, se queda completamente quieto, de a una van pasando por sus piernas, su pecho, su cabeza, sus hombros y bajan por su espalda siguiendo el camino sin hacerle daño. Todas terminan de pasar y ahora sí, puede avanzar. Entonces aparece ese animal grotezco, un chivo de pelo negro, ojos endemoniados, cuernos tan curvados como un espiral, que bufea en dirección hacía nuestro protagonista, lo rodea sin que se mosquee, pero cuando por fin llega al otro lado, el animal se da vuelta y corre, lo topea y lo arroja a un hoyo. [[La caida]]El hueco es profundo, más que profundo, está cayendo al abismo, ve pasar murciélagos a su lado y sigue cayendo, de repente se desmaya. Despiertas y estás en el fondo, ves sobre ti el abismo que sube en espirales de roca viva, te levantas y no puedes ver más allá delante tuyo, es una profunda oscuridad. ¿Qué decides? [[Trepar por el abismo para salir|Trepás hacia la salida del abismo]] [[Dar un paso hacia la oscuridad]]Escuchas una pequeña explosión y se comienzan a prender, a cada lado, cien antorchas, lográs ver una sala con cortinas magníficas que cubren paredes de roca negra, piso y columnas de mármol que sostienen un techo de tierra y rocas. En el fondo de la sala un enorme trono rodeado de lechuzas, quirquinchos, perros, chanchos, culebras y sapos, frente a él, hechiceros, brujas y diablillos. Viniste para esto [[Gritar ¡¿DÓNDE ESTÁ EL MANDINGA?!| Todo tiembla en la sala del trono]] [[Esperar en silencio | En la sala del trono]]Luego de mucho esfuerzo y luchar contra murciélagos que te atacaban débilmente logras llegar hasta el borde del hoyo, estás de vuelta frente a aquel chivo endemoniado, te mira colérico. [[Enfrentarlo| Te enfrentas al chivo]] [[Esquivarlo| Intentas esquivar al chivo]]El chivo corre hacia vos, lográs evitar el primer golpe y le pegás una patada. Se da vuelta y vuelve a intentar embestirte, de este no pudiste zafar, caes al suelo, te defendes a patadas y trompadas, pero el chivo es pesado y sus pezuñas son como hachas contra tu cuerpo, tras unos cuantos minutos de pisotones tu cuerpo yace inerte en la oscuridad de la cueva. (text-rotate-z:8)[= (text-colour:red)[Moriste, el juego ha terminado junto a tu vida.] Si antes pudiste pasar por al lado de él sin que se de cuenta ¿por qué no intentarlo nuevamente?. Das un paso y el chivo corre tan rápidamente hacia tí que no logras evitarlo, te tira nuevamente por el hueco del que acabas de salir. [[Caes y caes a lo profundo del abismo nuevamene ->La caida]] Se abre un agujero, luego de que se desmoronara una de las paredes y él atraviesa las cortinas, un enorme ser, mitad serpiente, mitad humano, ES EL MANDINGA. Se sienta en su trono y te mira con un gesto entre curioso y vehemente. (text-colour:purple)+(bg:(gradient: 0, 0,#888888,0.4497,#000000,1,#888888))[- ¿Qué desea el que me busca?] Su voz retumba como un trueno en toda la habitación y una vez termina su frase queda resonando un zumbido seseante en el ambiente. [[Recular | Reculas]] [[¡Quiero hechizar a todo el mundo con mi canto! | Presentás tu deseo ante el Mandinga]](set: $Reputacion_mandinga =it-10) De repente escuchas una (text-style:"smear")[^^(text-colour:red)[explosión]^^ ]mucho mayor que la de antes, se abre un agujero en una de las paredes y él atraviesa las cortinas, un enorme ser, mitad serpiente, mitad humano, ES EL MANDINGA. Se sienta en su trono y te mira con un gesto entre curioso y vehemente. (text-colour:purple)+(bg:(gradient: 0, 0,#888888,0.4497,#000000,1,#888888))[- ¿Qué desea el que me busca?] Su voz retumba como un trueno en toda la habitación y una vez termina su frase queda resonando un zumbido seseante en el ambiente. [[Recular | Reculas]] [[¡Quiero hechizar a todo el mundo con mi canto! | Presentás tu deseo ante el Mandinga]]Te arrepientes, empiezas a balbucear y… despiertas, parece todo haber sido un mal sueño, estás completamente borracho con la cabeza sobre una mesa de la pulpería del Tarta. Una guitarra suena, parece que eso te despertó, el payador empieza a contar una vieja leyenda de estas tierras, la leyenda de La Salamanca.- ¡Quiero hechizar a todos con mi canto! Le dices a aquel ser del inframundo (text-colour:purple)+(bg:(gradient: 0, 0,#888888,0.4497,#000000,1,#888888))[- Me gusta tu pasión, pero no tan rápido, eso va a costarte el alma ¿estás de acuerdo?] Su voz vuelve a hacer temblar las paredes y termina en siseo. [[Recular | Reculas]] [[¿A dónde hay que firmar? | Siguen las pruebas]]Aceptás vender tu alma y el Mandinga te dice que aún hay unas pruebas más que debés superar, hace un gesto con la mano y ante ti se abre el suelo, una gran grieta separa la sala al medio, de un lado estás vos, del otro el Mandinga, su trono y sus seguidores. Él saca una enorme cuchilla de su costado y la arroja, queda sobre la grieta formando un puente con el filo hacia arriba. (text-colour:purple)+(bg:(gradient: 0, 0,#888888,0.4497,#000000,1,#888888))[- Ven conmigo] Dice el Mandinga abriendo los brazos como invitándote a su regazo serpentino y luego señala el filo del cuchillo que acaba de lanzar. [[Pasar decididamente | El puente]] [[Pasar cautelosamente | Al filo de la grieta]] Comienzas decididamente a caminar paso tras paso sobre el filo del cuchillo, tus pies sangran pero no sentís dolor. Cuando llegas a la mitad ves una luz dorada bajo tus pies, cuando mirás hacia abajo hay un crucifijo del que emana la luz. (text-colour:purple)+(bg:(gradient: 0, 0,#888888,0.4497,#000000,1,#888888))[- ¡ESCÚPELO!] La voz del Mandinga suena más fuerte que nunca, hace temblar todo y casi estás a punto de caerte, pero recuperás el equilibrio. [[Escupir el crucifijo | ¡Bien hecho!... ¿bien hecho?]] [[Decir “eso es una blasfemia” -> Al filo de la grieta]] Das un paso sobre el cuchillo y dudas, el filo del cuchillo se hunde en tu pie y no podés frenar la fuerza de la gravedad, empezás a caer sobre ese último paso, tu cuerpo se desbalancea y cae. Yacés en dos mitades en lo profundo de la grieta del infierno. (text-rotate-z:8)[= (text-colour:red)[Moriste, el juego ha terminado junto a tu vida.]Escupís el crucifijo y seguís por el filo del cuchillo, lográs llegar al otro lado. Una bruja te recibe con un pergamino abierto, un diablillo moja una pluma en la sangre de tus pies y te la da. (set: $nombre to (prompt: "¿Con qué nombre vas a firmar el contrato?", " ")) - Mi nombre es (print: $nombre) y te vendo mi alma Mandinga [[¡Lo lograste!]] (set: $Humanidad =it-10)(bg:(gradient: 0, 0,#ffffff,0.034,#000000,1,#ffffff))[(text-style:"bold")[(text-colour:purple)[-¡BIENVENIDO A MIS HUESTES, (text-style:"underline")[CONDENADO]!]]] Resuena una vez más la voz del Mandinga, mucho más fuerte, mucho más demoniaca. Las brujas, los brujos y los diablillos comienzan una fiesta a tu alrededor, sentís como tu garganta arde y luego se calma y comenzás a cantar junto a los demás, las alimañas te levantan sobre sus lomos y te pasean por toda la sala, tu voz, tu canto ahora suena como nunca antes sonó. [[En un rancho cercano...]]a pocos kilómetros una señora se despierta asustada por el alboroto, comienza a rezar... - ¡Dios nos salve, que hoy hay baile en (text-style:"double-underline")[La Salamanca]! [[Al segundo capítulo ->Capítulo 2]] (print:$nombre), trepás nuevamente por el abismo en espiral por el que caiste. Te encontrás cara a cara con el chivo negro, pero esta vez no te ataca, se acerca lentamente y te lame los pies y con su saliva sana tus heridas. Las alimañas te miran con respeto desde sus cuevas y cuando llegás al laberinto otra vez aparece el basilisco, te guía para salir, en la última curva te esperan tus botas, tu sombrero y tu pañuelo, que te los volvés a poner. Das un paso afuera y la piedra que se había abierto antes ahora se cierra crugiendo suavemente, escuchas un galope y ves llegar a tu caballo, con tu guitarra aun bien atada a su silla. Te ponés la guitarra en la espalda y comenzás a cabalgar, pasan las horas y ya se te está haciendo de noche, ves a lo lejos una tranquera y al fondo del campo un pequeño rancho. Un poco más adelante una frondosa higuera bajo la que podrías refugiarte del rocío. [[Entrar al campo y golpear la puerta | La puerta del rancho]] [[Pasar la noche bajo la higuera | La noche ante las estrellas]]Una china joven te abre la puerta, un poco asustada, te pregunta con voz temblorosa - ¿Quién es? ¿Qué necesita? [[- Soy (print: $nombre) vengo viajando hace medio día, se me hizo de noche en el camino, quería saber si me podían dar techo esta noche, a cambio puedo ofrecer mi música. - Y mostrás tu guitarra.| Fuiste cordíal y se te agradece por ello]] [[- ¿Y que voy a necesitar? ¡Necesito entrar! ¡Hace frío! -| No fuiste muy cordial]] [[ - Soy (print:$nombre). - Sacás tu guitarra y tocás un primer acorde| Tus primeros hechizados]](set: $Reputacion_mandinga =it-10) Encontrás una gran higuera a un costado del camino, atás tu caballo y te recostás debajo de aquél custodio de la pampa. Por la noche en tus sueños se repite la frase que dijo El Mandinga: (text-colour:purple)+(bg:grey)[(text-style:"bold")[- ¡Bienvenido a mis huestes (text-style:"double-underline")[CONDENADO]!]] Ves como las alimañas de La Salamanca salen de la cueva y se dirigen al camino que andaste para llegar hasta acá. Queda retumbando la última palabra, "CONDENADO" te levantás agitado. Tenés una deuda importante que saldar con ese poderoso ser de las profundidades. [[Cabalgás pensativo rumbo a la pulpería del Tarta, en tu pueblo. |Capítulo 3]] (set:$Humanidad = it+1) (set:$Reputacion_mandinga = it-5) Te abre la puerta, aún un poco temerosa, pero viene su padre del fondo del salón y te recibe con un apretón de manos. Comen en familia: vos, la china que te recibió, su padre, su madre y sus dos hermanos menores. La cena fue amena, y la china no te sacaba los ojos de encima. Pedís si por favor podrías tocar para ellos pero los padres se niegan. Te dicen que no quieren nada a cambio de la hospitalidad, ellos hospedarían a todo buen hombre que esté exhausto en el camino. Te tiran una manta gruesa sobre el suelo del comedor y te dan otra para taparte. Dormís calidamente y por la noche soñás: Ves en tus sueños como las alimañas brotan de aquel cerro en el que encontraste la Salamanca. Las huestes de El Mandinga, parecen recorrer el camino que vos hiciste. Te despertás abruptamente en medio de la noche exsaltado cuando algo te está tocando los piés. Te sacás rápidamente la colcha de encima y son unas cinco cucarachas que estaban debajo de la frazada. Viene corriendo la china a preguntarte si estás bien, le señalás a donde estaban esos bichos y cuando volvés a mirar ya no están. Ella te acaricia tiernamente la espalda y empieza a cantarte una nana. Su voz es hermosa, y al poco tiempo estás cantando con ella, las cuerdas de tu guitarra empiezan a resonar con sus voces y cuando ya termina la canción, se besan con la joven. [[Te dejás llevar -> La noche de pasión]] (set: $Humanidad = it - 2) (set: $Reputacion_mandinga = it - 5) Asustás a la joven y cierra la puerta, te quedás ahí frente a la puerta. De repente se vuelve a abrir, parece ser el padre de la joven. Te hechan a rebencazos de su campo, montás de nuevo tu caballo y seguís cabalgando toda la noche. Te dormís sobre la silla de montar y empezás a soñar. En tus sueños se repite la frase que dijo El Mandinga: (text-colour:purple)+(bg:grey)[(text-style:"bold")[- ¡Bienvenido a mis huestes (text-style:"double-underline")[CONDENADO]!]] Ves como las alimañas de La Salamanca salen de la cueva y se dirigen al camino que andaste para llegar hasta acá. Queda retumbando la última palabra, "CONDENADO" te levantás agitado. Tenés una deuda importante que saldar con ese poderoso ser de las profundidades. [[Tomás las riendas y seguís cabalgando pensativo rumbo a la pulpería del Tarta, en tu pueblo. |Capítulo 3]](set: $Reputacion_mandinga =it+10) (set: $Humanidad =it-5) Empezás a rasguear la guitarra y cuando te das cuenta ya estás improvisando versos junto a toda la familia. Los padres de la joven lloran y sus hermanos miran sin poder quitar la vista de tus cuerdas. Pero La China, ella está absolutamente entregada a tu canto, a tu hechizo. Cenan y te rodean de halagos y agradecimientos. Te muestran una habitación en la que podés dormir, es la habitación de los padres de la familia, ellos van a dormir en el comedor para dejarte la mejor cama de la casa. Te dormís y empezás a soñar Es la voz de El Mandinga (text-style:"blur","fade-in-out")[... CONDENA.. !] Te despierta una voz dulce y alguien que te sacude suavemente, es la china que te abrió la puerta (text-colour:#da77f2)[- Disculpe, ¿puedo.... estar con usted esta noche?] [[Aceptar| La noche de pasión]] [[Rechazar | Una mañana incómoda]](set: $Reputacion_mandinga = it + 10) (set: $Vida_china to 100) Pasan juntos una noche de extrema pasión. A la mañana siguiente tanto ella como su familia te ruegan que la aceptes como compañera, que la dejes acompañarte a donde vayas. No te podés negar, ella es como una bendición para vos. [[Te vas con la china, camino a la pulpería del Tarta y a tu pueblo|Capítulo 3]](set:$Reputacion_mandinga = it - 15) Esa noche la rechazás, ella sale llorando de la habitación a viva voz. Te volvés a dormir y volvés a soñar: Ves en tus sueños como las alimañas brotan de aquel cerro en el que encontraste la Salamanca. Las huestes de El Mandinga, parecen recorrer el camino que vos hiciste. Te despertás abruptamente exsaltado cuando algo te está tocando los piés, te sacás rapidamente la colcha de encima Son unas cinco serpientes que estaban dentro de la cama. Salís corriendo al salón pero esa mañana todos te miran mal y practicamente te hechan de su rancho casi sin hablarte. [[Te subís a tu caballo y galopás hacia tu pueblo y hacia la Pulpería del Tarta |Capítulo 3]]LA PULPERÍA DE EL TARTA Llegasta hasta aquí con: Saldo a favor con El Mandinga: (print: $Reputacion_mandinga) puntos. Humanidad: (print: $Humanidad) puntos. (if: $Vida_china > 0)[Vida de La China: (print: $Vida_china) puntos.] [[Llegaste al fin | La Pulpería]] [[Volver a jugar el capítulo 2-> Comienza tu viaje de vuelta]] [[Volver a jugar el capítulo 1 ->El camino a La Salamanca]]LA VUELTA A TU PUEBLO, A LA PULPERÍA DE EL TARTA Llegasta hasta aquí con: Saldo a favor con El Mandinga: (print: $Reputacion_mandinga) puntos. Humanidad: (print: $Humanidad) puntos. [[Comenzar el capítulo 2 -> Comienza tu viaje de vuelta]] [[Volver a jugar el capítulo 1 ->El camino a La Salamanca]] Llegás a la pulpería del Tarta por la tarde. De acá saliste la última vez camino a La Salamanca, El Viejo, que siempre está tomando algo, te dió todas las indicaciones de cómo superar esas primeras pruebas hasta llegar al chivo negro. Atás tu caballo afuera y al entrar te sorprende el sonido de una guitarra, a un costado, en una mesa hay un chico joven tocando y cantando. Además ves a una mujer grande, colorada, que desencaja completamente en la sucia pulpería de tu pueblo, está muy bien arreglada y lleva un collar de perlas, aplaude con entusiasmo cada verso del joven guitarrista. Del otro lado de la barra el Tarta sirviendo vino a cuatro manos. De El Viejo ni rastros. [[Ir a la barra | El Tarta]] [[ Acercarse al joven guitarrista y pedirle que pare para tocar vos | Vos lo harías mejor]] (set:$pregunta_colo =false)(set:$pregunta_viejo =false)(set:$pregunta_pibe = false) Te acercás a la barra y te sentás en una de las sillas altas, el Tarta te hace una seña con la cabeza como preguntando “¿qué querés?”, pedís un vino y cuando se acerca para dartelo te dice - (print: $nombre), tanto tiempo. Le respondés el saludo y se queda ahí un rato. [[Preguntarle al Tarta “¿Ese quién es?” | El Pibe]] [[Preguntarle al Tarta por la señora colorada | La señora del whisky caro]] [[Preguntarle al Tarta por El Viejo | Malas noticias]] --- falta desarrollar esta rama ---(set:$pregunta_pibe = true) - ¿Ese? llegó hace dos días, es el Pibe Farías, ¿te acordás de él? el hijo de la Flavia. Parece que vino a llevarse a la madre a la ciudad. ¿Es bueno no? “Ciertamente el Pibe Farías no toca mal, pero tiene las manías de los chicos de ciudad. Además obviamente ahora no hay nadie que se compare con vos” pensás. [[Acercarse al Pibe Farías y pedirle que pare, para tocar vos -> Vos lo harías mejor]] (if:$pregunta_colo is false)[[[Preguntarle al Tarta por la señora colorada -> La señora del whisky caro]]] (else:)[[[Acercarse a la colorada Dowley -> La señora Dowley]]] (if:$pregunta_viejo is false)[[[Preguntarle al Tarta por El Viejo -> Malas noticias]] (else:)[[[Irte a una mesa, pensando en El Viejo.| ¿Qué pasó?]] (set:$pregunta_colo =true) - Es la señora Dowley, parece que es de la capital, llegó ayer y me preguntó por “artistas locales”, justo estaba el pibe aquel viniendo todas las tardes. Le conté de vos también, no te preocupes. Ayer y hoy me pidió el mejor whisky que tuviera. (if:$pregunta_pibe is false)[[[Preguntarle al Tarta “¿Ese quién es?” | El Pibe]]](else:)[[[Acercarse al Pibe Farías y pedirle que pare, para tocar vos -> Vos lo harías mejor]] [[Acercarse a la colorada Dowley | La señora Dowley]] (if:$pregunta_viejo is false)[[[Preguntarle al Tarta por El Viejo -> Malas noticias]] (else:)[[[Irte a una mesa, pensando en El Viejo.| ¿Qué pasó?]] [[Preguntarle al Tarta “¿Ese quién es?” | El Pibe]](set:$pregunta_viejo =true) (if:$pregunta_pibe is false)[[[Preguntarle al Tarta “¿Ese quién es?” | El Pibe]]](else:)[[[Acercarse al Pibe Farías y pedirle que pare, para tocar vos -> Vos lo harías mejor]] [[Acercarse a la colorada Dowley | La señora Dowley]] [[Irte a una mesa, pensando en El Viejo.| ¿Qué pasó?]](set:$colorada =true) Te acercas a la mesa de la colorada, una señora muy arreglada, con un collar de perlas, pelo entre ondulado y con rulos, colorado que resalta entre tanto morocho de la clientela habitual de la pulpería. Te parás frente a una de las sillas y la señora te invita a sentarte cuando ve que llevas una guitarra. - ¡Buenas tardes señor! Dice ella con una voz agravada pero melodiosa y continua - Muy buena voz la de aquel joven, El Farías, ¿no? [[Yo lo haría mucho mejor| La colorada se muestra curiosa]] [[No lo hace mal, pero seguramente escuchó mejores alguna vez | Admitiendo la torpeza del Farias]] --- falta desarrollar esta rama ---- ¿Entonces creés poder hacerlo mejor? Te dice ella casi desafiante, entonces le hace una seña al Farías, el corta abruptamente su interpretación y viene rápidamente a la mesa. Se sienta y la colorada te habla de nuevo a vos. - Es su turno don... (y hace una seña para que le digas tu nombre) [[ (print:$nombre) me llamo, respondés y vas a la mesa en la que todos pueden verte y escucharte | Hechizando a toda la pulpería]]La señora se acomoda el peinado y se queda mirándote unos segundos. - Bueno, es verdad que por el estudio, pasaron muchos y algunos fueron mejores. [[¿Por el estudio? (preguntás extrañado) | Colony Records]] - Me presento correctamente, soy Diana Dowley, vine a buscar talentos al interior. Represento a la discográfica Colony Records. Supongo que no la conocés, se instaló hace poco en el país pero afuera es muy conocida. Veo que usted lleva su guitarra ¿cree poder hacerlo mejor que el joven Farias? [[Obvio, ya verá (acercarse al Pibe Farias) -> Vos lo harías mejor]] (set: $Reputacion_mandinga = it + 10) (set: $Humanidad = it - 15) Con el primer rasgueo de tu guitarra todas las miradas ya se clavan en vos. Luego de la primera estrofa ya todos están mirandote embelesados. Todos menos la Colorada Dowley que te mira con curiosidad. Luego de la segunda canción ves como ella le dice algo al Pibe Farías y este cambia repentinamente su expresión, sale de la pulpería casi arrastrando su guitarra con una cara de pánico y terror. Terminás de tocar y se produce una ovación inmensa, todos aplauden, silban y gritan por vos y tu canto. Te vas acercando nuevamente a la mesa de la colorada y todos van tocandote la espalda, los hombros y felicitándote. (if: $Vida_china > 0)[Tu china que se había quedado tomando algo en la barra se acerca, interrumpe tu paso y te llena de besos, te pregunta si ya pueden ir a tu casa.] (if: $Vida_china > 0)[[[Hacerle caso a tu china e ir a tu casa con ella| La calle fría]]] [[Vas, igual, decidido a la mesa de la Colorada|Colony Records y otro contrato]] (set: $Humanidad = it + 10) Salís de la pulpería con tu china, van zigzagueando por las calles, hace frío y se abrazan para caminar más recto y sentir el calor del otro. Cuando están a unas cuadras de tu casa, ven al pibe Farías, cuelga con una soga al cuello de una rama gruesa de un viejo caldén. ¿Habrá sido lo que le dijo la colorada? te preguntás mientras escuchas el grito de tu china, enseguida pasas a consolarla y la llevás para tu casa. [[Ya alguien se hará cargo de ese pobre desgraciado, vos a lo tuyo | La noche en tu casa]] [[La llevas a la china a tu casa y volvés a ver qué pasó con el pibe | El pobre Pibe Farías]] (set: $Humanidad = it - 15) --- falta desarrollar esta rama ---(set: $Humanidad = it - 10) Llegan a tu casa y la china se deshace en llanto sobre tu pecho ni bien entrar, la consolás y le decís que no se preocupe, que el pibe debería tener sus motivos, no era tema suyo ni tuyo. Te la llevas a la cama y le cantás para que se sientan mejor, tu canto la reconforta y hace que pases otra buena noche de pasión, ahí está el poder de tu don, hace que otros hagan lo que vos querés. [[Te dormís borracho de éxtasis y borracho de alcohol.| Otro sueño, otro mambo]] (set: $Reputacion_mandinga = it - 30) (set: $Humanidad = it + 10) Dejás a la china en tu casa, cubierta por una manta y le decís que no se preocupe, que vas a ver qué pasó. Volvés sobre tus pasos y llegás al cadáver del pibe Farías, parece que sí, que se trepó al árbol y fue él mismo quien saltó. Encontrás debajo suyo un papelito, tiene una dirección anotada, parece de la capital y dice “Colorada Dowley - Colony Records”, empezás a revisar por alrededor, y tirada un poco más adentro del campo, está la guitarra del pibe, está rota y tiene otra nota escrita a mano enganchada entre las cuerdas: “Para Flavia, mi mamá” dice el frente, la abrís y lees “perdón mamá no voy a poder llevarte a la ciudad, no soy tan buen cantor, hace poco me ofrecieron grabar algo e iba a poder llevarte al hospital que necesitabas, pero me echaron por no ser suficiente, no fui ni buen cantor ni buen hijo, lo siento mucho mamá” [[Llevás la nota vos mismo y la pasas por debajo de la puerta de La Flavia, una anciana del pueblo, que conocías y volvés a tu casa, arrastrando los piés | Capítulo 4: La peor noche]] Te quedás dormido y soñás con La Salamanca, hay baile otra vez ahí, pero esta vez junto a las alimañas del Mandinga la ves a la Colorada Dowley danzar con sus rulos y una risa malévola en la cara, luego cientos de alimañas que estaban recorriendo el camino entre La Salamanca y tu pueblo llegan a la casa de la familia de La China, ves como descuartizan a toda su familia. Por la mañana te despertás y pensas que aún hay algo que no sabés, ¿qué pasó con el viejo? (if:$pregunta_viejo is false)[[[Ir a la pulpería a preguntarle al Tarta por el viejo -> Malas noticias]] ] (if:$pregunta_viejo is true)[[[Buscar la casa del viejo -> ¿Qué pasó?]] ] Llegás a tu casa y cuando entrás a tu habitación la china ya se durmió, te acostás a su lado y te quedás dormido exhausto y preocupado. Empezás a soñar y ves la entrada a La Salamanca, cientos de alimañas salen por montones, delante de todas ellas el chivo negro endemoniado y atrás de todo cerrando la marcha, el basilisco que te guió por el laberinto, están avanzando por el camino que andaste hasta tu pueblo. Ves como llegan hasta la casa de la familia de tu china, sos solo un espectador, el chivo mata a su padre y las demás alimañas destrozan la casa y se comen a sus hermanos y su madre. Están cerca de tu pueblo… (bg:(gradient: 0, 0,#ffffff,0.034,#000000,1,#ffffff))[(text-style:"bold")[(text-colour:purple)[-¡BIENVENIDO A MIS HUESTES, (text-style:"underline")[CONDENADO]!]]] Resuena la voz de El Mandinga en tu sueño… Te despertás exaltado y lo ves, no era en tus sueños, es en persona, el Mandinga está de pié junto a tu cama, con una mano sobre la china. No has hecho mucho por complacerme condenado, vas a tener que elegir, y te dice clara y fríamente tus posibilidades: (if: $Reputacion_mandinga > 50)[[[Entregás la vida de tu joven y atractiva china | La muerte de la china]]] [[Estás dispuesto a entregar la vida de los demás| La Masacre de El Mandinga]] [[Entregas tu alma | Se cobró tu deuda]] --- falta desarrollar esta rama --- pero el mandinga se llevó tu almo, moriste, te juiste al otro barrioDecidís que la vida de la china no es tán importante, El Mandinga ni siquiera necesita que lo digas en voz alta, ya vió en tu alma cuál es tu elección. Con la mano que tenía sobre la cabeza de tu china, la levanta de un solo movimiento, sus gritos son ahogados por la gran palma de ese ser demoníaco, que cada vez es más grotesco, su cara se transforma y deja de ser la de un humano, pasa a ser la de una bestia con un gran hocico una mandíbula que se desencaja como la de una serpiente y mete en sus fauces a la muchacha que estuvo a tu lado hasta anoche. Cuando dejás de escuchar sus gritos lo entendés. No podés volver a pisar este pueblo, todos te vieron con ella anoche en la pulpería todos sabían que te molestaba que el Farías estuviera tocando allí en TU lugar. El Mandinga, se va sonriendo y te dice - El don que te dí te puede llevar lejos, pero recordá que cada hechizo cuenta, mientras más personas hechices con tu canto más lejos me mantendré. Entonces se esfuma en una bola de humo y azufre. Agarrás lo mínimo para sobrevivir en el camino y empezás tu viajes… [[El viaje eterno]] Muchos años estuviste recorriendo toda la provincia tocando en cada pulpería que podías, te ibas dando cuenta como cada vez que tocabas para un público nuevo tu mente y tu corazón iban volviéndose más y más fríos, hasta llegar a no sentir nada. Ni siquiera la satisfacción de las ovaciones que recibías. Y así siguieron tus días sin sobresaltos, por años y años, algunos ancianos dicen que hace 40 años cuando eran jóvenes te vieron tocar, pero dicen que es imposible, vos estás igual que en ese momento. Vos hace rato dejaste de contar los años. Bien hecho CONDENADO, superaste algunos de los mambos que se te presentaron. ¿Qué hubiera pasado si no entregabas a la china?¿Qué habrá pasado con el viejo?¿Quién era realmente esa colorada de la pulpería?